Así se llama nuestra colección de verano, y no podía ser de otra manera. Porque en Lulú creemos que la moda no es solo vestirse: es también habitar mundos, narrar historias y llevar con nosotras pedacitos de belleza.
El nombre nace de la obra de Claude Monet, que dedicó más de treinta años de su vida a pintar el estanque de su jardín en Giverny. Cada día encontraba un reflejo nuevo, un matiz distinto, un movimiento que volvía a empezar. Su obsesión se transformó en más de 300 pinturas, en donde los nenúfares flotan como pequeños destellos mágicos sobre la superficie del agua.
Pero detrás de los nenúfares también se encuentra la mitología. La palabra viene del griego nymphé, ninfa, y cuenta la leyenda que una de ellas murió de amor por Hércules, dando origen a esta flor. Una historia de fragilidad y resistencia, de deseo y de transformación. Algo que también habita en la ropa, en su capacidad de mutar y acompañarnos en diferentes momentos de la vida.
En el Museo de la Orangerie, en París, se pueden ver ocho paneles monumentales de los Nymphéas. Son lienzos de gran formato que envuelven por completo a quien los contempla. No se trata de mirar un cuadro: se trata de entrar en él. Sentir cómo el agua se mueve, cómo los sauces se inclinan, cómo la luz cambia en cada instante. Monet lo decía mejor que nadie: “la ilusión de ser un todo sin fin, una onda sin horizonte y sin orilla”.
Cuando pensamos en esta colección, sabiamos que no podía estar ajena a ese mundo. Les Nymphéas tenia que tener estampas inspiradas en ese paisaje acuático, para poder llevar la obra y vestirla. Así nacieron prints que recuperan la textura de los pétalos, la suavidad del agua y el movimiento de los reflejos.
El espíritu francés, el romanticismo de los jardines, la magia de la pintura impresionista… todo eso late en esta colección. Vestirla es entrar en ese universo que Monet imaginó durante décadas: un espacio suspendido entre lo real y lo soñado.
Cuando empezamos a trabajar en las estampas, no fue solo mirar cuadros en un libro de arte. Nos enfocamos en como queriamos traducir esa sensacion magica que nos generaba mirar las obras de monet a las prendas. Tambien a la hora de traducir todo ese universo en la campaña quisimos reflejar imagenes que parezcan sueños, un poco difusos, como los cuadros de Monet.
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